Harrisburg, PA, 25 de marzo de 2025 - Después de casi dos décadas de inacción, la senadora Christine Tartaglione (D-2) ha anunciado su introducción del proyecto de ley del Senado 19, un esfuerzo continuo para aumentar el salario mínimo de Pensilvania a $ 15 por hora en 2026, con ajustes anuales del costo de vida a partir de entonces. El proyecto de ley también garantiza que los trabajadores que reciben propinas ganen al menos el 70% del salario mínimo y refuerza la protección contra el robo de salarios.

"Han pasado 19 años desde la última vez que Pensilvania aumentó su salario mínimo. Han sido 19 años de aumento de los costes, mientras que los salarios se han mantenido igual", dijo el senador Tartaglione. "Nadie que trabaje a tiempo completo debería estar atrapado en la pobreza. El proyecto de ley del Senado 19 representa esos 19 largos años de inacción e injusticia para los trabajadores de Pensilvania."

El salario mínimo actual de Pensilvania, de 7,25 dólares la hora, es el más bajo permitido por la ley federal y no ha aumentado desde 2006. Todos los estados vecinos han subido su salario mínimo, dejando a Pensilvania como el mercado laboral menos competitivo de la región. Treinta estados, incluidos muchos con costes de vida más bajos, han avanzado mientras que Pensilvania se ha quedado parada.

Keystone Research Center calcula que el aumento del salario mínimo repercutirá, directa o indirectamente, en más de 1,3 millones de trabajadores de Pensilvania, muchos de los cuales trabajan en sectores esenciales como la atención sanitaria a domicilio, el cuidado de niños, el comercio minorista y la hostelería. Estos trabajadores, que contribuyen al funcionamiento de Pensilvania, merecen algo más que salarios de miseria.

Los críticos han argumentado durante mucho tiempo que aumentar los salarios perjudicaría a las pequeñas empresas o provocaría la pérdida de puestos de trabajo. Sin embargo, una y otra vez, en los estados que han subido el salario mínimo, las pequeñas empresas no han cerrado y las economías locales han crecido. Unos salarios más altos significan más poder adquisitivo en las comunidades, familias más estables y una mano de obra más fuerte.

"No es sólo un problema de los trabajadores: es un problema de la familia, de la comunidad, de Pensilvania", añadió Tartaglione. "Nuestros trabajadores merecen dignidad. Nuestras familias merecen estabilidad. Nuestra economía merece algo mejor".

La Ley 19 del Senado también moderniza la aplicación de los salarios:

  • Permitir a los municipios fijar un salario mínimo local más elevado;
  • Refuerzo de las sanciones por robo de salarios;
  • Garantizar que las gratificaciones sean propiedad exclusiva del empleado.

"Se acabó el tiempo de las excusas. El momento de actuar es ahora", declaró el senador Tartaglione. "No podemos permitir otro año -u otros 19 años- de inacción. Insto a mis colegas a que aprueben esta legislación y den a los trabajadores el salario digno que merecen."

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